“Tenía que ser hoy”. Con esta frase, echado en brazos de José María Olazábal, resumía Jon Rahm el sentir de los casi 300.000 federados españoles que le han estado alentando en un domingo extenuante. El mismo día que su ídolo Severiano Ballesteros hubiese cumplido 66 años, el vasco se ha convertido en el cuarto jugador español capaz de ganar el Masters de Augusta. El grande entre los Grandes.
Seve, ganador en 1980 y 1983; Chema, triunfador en 1994 y 1999; y Sergio García, vencedor en 2017, han sido los tres modelos a seguir por Jon Rahm en su búsqueda de la ansiada chaqueta verde, que le ha llegado a los 28 años y que lleva un premio aparejado: la recuperación del número 1 del Ranking Mundial.
Un dato que pone de relieve lo que ha conseguido Rahm en estos ocho años de profesional: es el único jugador europeo que ha ganado US Open y Masters de Augusta. Nadie más lo ha hecho. ¿Qué les parece?
Sabía Jon Rahm que este 9 de abril era el momento de seguir haciendo historia, y sabía que Augusta National era el lugar. ‘Sólo’ quedaba esperar que flaquease Brooks Koepka, absolutamente intratable viernes y sábado, para dar un zarpazo certero. Y cuando el estadounidense perdió ligeramente pie, allí estuvo.
El jugador de Barrika retomó la tercera ronda a primera hora del domingo en el mismo punto el que la dejó el lluvioso sábado: con una opción de birdie con la que podía descontar un golpe a los cuatro que le sacaba Koepka. Concretó el birdie y se sumó otro al 8 para alcanzar la casa club para el merecido descanso antes del asalto final a dos golpes del estadounidense.
18 hoyos magistrales para imponerse con autoridad
El duelo que se presuponía entre Brooks Koepka y Jon Rahm por una victoria en el Masters no acabó de ser tal. O por lo menos, no del todo, ya que mientras el español supo jugar sus bazas con inteligencia y acierto en los momentos clave, el norteamericano se cayó en la primera mitad del recorrido.
Antes de ahondar en esto es justo poner en valor el picante que pusieron en esta jornada final dos ilustres con experiencia en esto de ganar en Augusta como Phil Mickelson (-8 al total) y Jordan Spieth (-7). Ambos se despidieron con vueltas de 65 y 66 golpes, respectivamente, que les dejaban en situación incluso de desempate si los de arriba tropezaban.
Lo hizo Koepka con su golf más gris de toda la semana -cuatro bogeys sin acierto alguno en los doce primeros hoyos-, pero no Rahm. El español selló su primer birdie del día al 3 con un buen putt de unos dos metros, y repitió en el ocho con un cuarto golpe excelso que dejó la bola a un palmo del hoyo.
A partir de ahí, y a pesar del bogey al 9, se sintió dominador y ejerció de tal. Los dos birdies al 13 y al 14, consecuencia de putts aparentemente sencillos gracias su solidez con los hierros, prácticamente dejaron finiquitada la cuestión, y le concedieron un placer poco habitual, disfrutar de unos últimos hoyos cómodos en Augusta.
Por contextualizar, Jon Rahm ha ganado con -12 al total y cuatro impactos de ventaja sobre Brooks Koepka y Phil Mickelson. Fue colíder tras la primera jornada junto al noruego Viktor Hovland, ambos con 65 golpes (-7), y supo manejarse entre las dificultades e incomodidades que propusieron las fuertes lluvias que azotaron al campo de Georgia el viernes y el sábado.
Ahí comenzó a ganar el sexto título en Augusta para España, justo el día del cumpleaños de Seve y cuando se hacen cuarenta años de la segunda chaqueta verde del Genio de Pedreña. Un consejo: disfruten de este chico. Porque es español, y porque es el mejor golfista del mundo. De largo.
“Ganar el día del cumpleaños de Seve es muy especial”
A instantes de recibir su primera chaqueta verde, Jon Rahm destacó que para él “la historia de este deporte es muy importante. Seve es una de las razones por las que empecé a jugar al golf, y ganar el día del cumpleaños de Seve es algo muy especial, es un homenaje hacia Seve”.
“El birdie del hoyo 8 fue clave, tenía que pasar el amen corner, donde se estaban haciendo birdies, y luego también era importante no meterme en problemas en el 11 y 12, y en el 13 fue cuando empecé a atacar”.
Una de las primeras personas con las que se cruzó Rahm tras embocar en el 18 fue José María Olazábal, con el que se fundió en un sentido abrazo. “Espero que sea el primero de muchos”, me ha dicho en el hoyo 18. También me ha dicho algo de Seve, y si hubiera estado un poco más con él, nos hubiéramos puesto a
llorarlosdos”, dijo emocionado el ganador del Masters 2023.
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