Ha sido necesario esperar tres años, pero la Ryder Cup, por fin está aquí. Con el magnífico recuerdo de la edición de 2018 celebrada en un ambiente espectacular en París, con la tristeza del aplazamiento de 2020 a causa de la pandemia, con la esperanza de poder disfrutar de una pareja Jon Rahm-Sergio García,… Con todo ello, el mayor espectáculo deportivo del planeta vuelve a escena en Whistling Straits (Haven, Wisconsin, Estados Unidos).
Sólo un evento así permite a deportistas que cada semana compiten a nivel individual juntarse como hermanos para defender el honor golfístico de su país y su continente. Y eso en una atmósfera distinta a la que se ve en cada torneo.
Europa, capitaneada por el irlandés Padraig Harrington, tiene ante sí la ambiciosa misión de continuar con la inercia ganadora que ha desarrollado en las últimas ediciones; de las últimas nueve disputadas, siete han concluido con triunfo suyo. El excelente nivel del cuadro estadounidense invita a pensar que cada punto será decisivo.
El torneo le llega en un momento desigual a los dos golfistas españoles. Recordemos que Jon acude a su segunda cita con la Ryder como número uno del mundo y tras un año en el que ha tenido de todo: triunfo en el US Open, baja de última hora en los Juegos Olímpicos,… La de Wisconsin puede ser la oportunidad ideal de empezar a cerrar el curso de la mejor manera posible.
Por su parte, Sergio García aterriza en su décima Ryder como elección del capitán, convertido en una leyenda de la competición -no sólo por su consabido récord de puntos (25,5)- y satisfecho de haber cumplido una de las grandes metas de la temporada. “Es el torneo para el que vivo”, ha explicado en la previa.
Además de los dos golfistas españoles, Harrington cuenta con Tommy Fleetwood, Tyrrel Hatton, Bernd Wiesberger, Rory McIlroy, Viktor Hovland, Paul Casey, Matt Fitzpatrick, Lee Westwood, Shane Lowry y Ian Poulter. Un equipo con veteranía y experiencia en la prueba.
Diez de los trece primeros del Ranking Mundial son estadounidenses
A ese contrastado conjunto azul, Estados Unidos opone a doce golfistas de altísimo nivel. Un dato: de los trece primeros clasificados en el Ranking Mundial, diez son norteamericanos y forman parte del equipo capitaneado por Steve Stricker. Europeo, sólo uno: Jon Rahm.
Los integrantes de este conjunto estadounidense son Daniel Berger, Patrick Cantlay, Bryson Dechambeau, Harris English, Tony Finau, Dustin Johnson, Brooks Koepka, Collin Morikawa, Xander Schauffele, Scottie Scheffler, Jordan Spieth y Justin Thomas.
El viernes arranca la acción, y con ella se reactiva el objetivo europeo de alcanzar esa duodécima victoria que le permita ampliar la brecha en el palmarés; el equipo estadounidense suma ocho títulos, si bien posee dieciocho más anteriores a 1979, cuando entraron en juego los golfistas de la Europa continental.
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