Carlota Ciganda
y Azahara Muñoz, representantes españolas en los Juegos Olímpicos de Tokio
2020, contarán con rivales de máxima cualificación en el objetivo común, entre
las golfistas más destacadas, de subir al podio al final de la competición de
golf femenina, que tendrá lugar del 4 al 7 de agosto en el recorrido de
Kasumigaseki Country Club.
Tres jugadoras
centran la atención principal por un hecho incuestionable: ganaron las medallas
de oro, plata y bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y acuden
ahora con la intención de repetir hazaña –caso de la norcoreana Inbee Park– o
de mejorar prestaciones, caso de la neozelandesa Lydia Ko y la china Shanshan
Feng, segunda y tercera clasificadas en la cita brasileña de hace ya cinco
años.
No son ellas,
sin embargo, sino la norteamericana Nelly Korda, quien acude con la vitola de
número 1 del Ranking Mundial a la hora del cierre de inscripción oficial. La
golfista estadounidense, acompañada por sus compañeras Danielle Kang, Lexi
Thompson y Jessica Korda, son conscientes del poderío de las golfistas
norcoreanas, representadas, al margen de por la citada Inbee Park, por Jin
Young Ko, Sei Young Kim y Hyo-Joo Kim, ubicadas en los puestos 2, 3, 4 y 6 del
Ranking Mundial Femenino.
Otras jugadoras
optan a adquirir protagonismo entre tal concentración de estrellas, caso de la
canadiense Brooke M. Henderson, punta de lanza de una larga lista de golfistas
que ocupan un puesto dentro de las 100 mejores del mundo, en concreto 36 del
total de 60 participantes, donde se incluyen las españolas Carlota Ciganda
–puesto 32 en el Ranking Mundial en el momento del cierre de inscripción
olímpico– y Azahara Muñoz, situada en el puesto 84.
Al igual
que en categoría masculina, todos los continentes cuentan con representación en
estos Juegos Olímpicos, como establece el sistema de competición en aras de la
diversidad: África aporta dos golfistas; Australia y Oceanía, tres; América del
Sur, cuatro; América del Norte, ocho; Asia, diecisiete; y Europa, veintiséis.
Treinta y
seis países en total están representados en categoría femenina, uno más que en
la competición masculina recién concluida, otra magnífica oportunidad para
ampliar el interés por el golf en todo el mundo y llegar a nuevas audiencias en
todos los continentes gracias a la amplia cobertura que permite la celebración
de los Juegos Olímpicos.
Uno de los
objetivos del golf en Tokio 2020 es aprovechar el éxito que supuso su regreso como
deporte olímpico en los Juegos de Río de Janeiro 2016 después de una ausencia
de más de 100 años.
En la cita brasileña se logró una difusión
muy significativa a nivel internacional, siendo un deporte visto por una
audiencia joven y muy neutral en cuanto al género. De hecho, el golf se
convirtió en el séptimo deporte más popular en Río de Janeiro en términos de
participación de aficionados de todo el mundo.
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