En la semana del PGA Championship, Adrián Otaegui (-20) ha estado cerca de dar la campanada en otro de los focos de atención, el English Championship, cita del European Tour en la que lo ha hecho todo bien y en la que se ha encontrado con un Andy Sullivan (-27) sencillamente intratable. Segundo puesto meritorio para el jugador guipuzcoano.
El español afrontaba la ronda final en tercera posición tras haber entregado tarjetas de 65, 66 y 67 golpes. Ese puesto de privilegio tenía un asterisco: el título parecía remoto, toda vez que debía remontar nada menos que seis golpes al propio Sullivan, impulsado por el 62 que se anotó en la segunda jornada.
Bajo esa premisa, Adrián Otaegui pinchó bola en el 1 dispuesto a poner toda la carne en el asador y meter miedo desde el principio. Y lo hizo con cinco birdies sin fallo en los nueve primeros hoyos que se acompañaron de otro más en el hoyo 12.
Pero Andy Sullivan no se dejó presionar y despachó cuatro birdies tempraneros acompañados, eso sí, de un par de bogeys. Este mano a mano casi imposible que acometió el jugador vasco sin complejo alguno se finiquitó con su bogey al 17.
El objetivo de Adrián Otaegui no era otro que conseguir el que hubiese sido su tercer título en el European Tour tras los obtenidos en el Saltire Energy Paul Lawrie Match Play de 2017 y en el Belgian Knockout de 2018.
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